30-Abril-2015. Después de una jornada de playa y visitas en Nerja, nos reunimos una hora después, tras saciar nuestra hambre y ponernos guapos/as, con el resto de amigos y amigas en Plaza Nueva. Desde allí, caminamos siguiendo las empedradas cuestas del camino a la par que admirábamos, españoles/as y polacos/as, el imponente espectáculo de la Alhambra al atardecer, aunque ésta no sería la última vez que la veríamos. Una vez en La Chumbera, en El Sacromonte, esperamos en un porche poseedor de la más dulce hierbabuena y el más intenso romero, con vistas tan increíbles como hermosas. Poco después, entramos al escenario, y ya a la noche, en nuestros corazones quedó plasmada la pasión de unos tacones acompañados de la melodía de una guitarra y unas voces. Mi foto fue tomada justamente antes de ver el espectáculo, en el ya mencionado porche, donde a Karolina y a mi hermana les pedí que me acompañaran en la imagen de un recuerdo que quedará para siempre en nosotras. Atrás adormilada, queda la Alhambra, protegida por sus murallas verde y dorada, antes de irse a dormir.
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