El día
del Museo Subterráneo para mí fue de los mejores. La visita me gustó
mucho. El mercado de la plaza era precioso y muy variado. La calle donde estaba situado es igualmente
digna de mención: los carruajes, los
caballos, la catedral de fondo… y las
diversas tiendas alrededor le daban un toque muy dinámico y especial. El
contraste de colores dinamizaba la percepción.
A todo este espectáculo
para los sentidos tengo que añadir la compañía de mis amigos en el recorrido,
que hizo de ese día un momento inolvidable.
La foto es de cuando volvimos hacia el instituto y nos paramos a ver la estatua del dragón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario