16.05.2014
Este día fué mucho más impactante que los demás. Visitamos los campos de concentración y aunque llovía y estaba todo encharcado, la visita fue muy interesante.
Llegamos en autobús. El viaje fue bastante largo. Cuando entramos vimos el plano de aquel lugar; era enorme. Tras esperar a que se reuniera todo el grupo empezamos por las cabañas, donde "dormían". Estaban llenas de literas y éstas aparentaban ser muy incómodas. El guía nos fue explicando según íbamos avanzando cada cosa que veíamos. Pasamos al lado de las vías del tren donde dejaban a los judíos, gitanos, etc. En aquellas vías había algunas flores en memoria de las personas que murieron. Para finalizar nos subimos en las torres de vigilancia, desde donde se controlaba todo el campo de concentración.
Yo quise llegar hasta el final de los campos pero no nos dejaron. Me gustaría volver algún día para ver a Adrianna (mi compañera de intercambio) y para terminar de ver los campos de concentración, ya que en este viaje no ha podido ser.
Polonia en general me ha encantado y tengo muchas ganas de volver algún día.
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